2/5/12


Esto de sentirme infeliz se me convierte en costumbre.
Me miro en rostros tristes que llegan a mi fotografía y me basta su voz a distancia cortante, tan poco entusiasmada, como apagando la última luz de esta fría habitación en la que me auxilio por días, con la música retumbando por la ventana, gente presumiendo amistades, ahogandose en alcohol, yo ahogandome bajo la almohada.


No hay comentarios:

Publicar un comentario