“Aprendí mucho en la escuela como para volver a cometer el mismo error”, recordando una de aquellas tantas pancartas que mostraron los estudiantes de la IBERO en la visita de Enrique Peña Nieto a la institución, he encontrado falsas opiniones que surgen de una estudiante que el día de mañana aspirará por un empleo, un sueldo y una existencia digna.
Siendo el próximo primero de
julio mi primera votación para elegir un Presidente de la Republica, llegó el
momento en el que mi conocimiento debe conectarse al razonamiento, aquel que
debió acumularse en las letras que encontraba
por montones en libros de texto, rememorar las historias y anécdotas que
contaban los Maestros mientras destilaban experiencia en cada una de sus
palabras mencionadas. Ahora yo necesito exprimir esas experiencias para
hacerlas mías y retomar las palabras escuchadas que resonaron en aquellas aulas
de clase sobre esos sucesos que dieron vida, historia, dolor e indiferencia a
mis compatriotas.
La situación comienza a
tornarse dramática, los cuatros candidatos a la presidencia parecen perder el
juicio, las ganas y el entusiasmo, lo que no disminuye es la ambición. Me
cuesta trabajo resignarme a elegir a ‘el menos peor’, ahora ya hasta existe una
página de internet con propuestas de los
cuatro candidatos que lleva este nombre
(http://www.elmenospeor.com/), es
triste y abrumador.
¿Por qué es tan fácil
conformarse con este tipo de propuestas a medias? Propuestas improvisadas,
propuestas camaleónicas y argumentos débiles que se intentan creer pero recaen
en la contradicción.
Me parece utópico esto de la
política en México, los libros desempolvados que leía en escuela hoy me parecen
escuetos. La historia cíclica continúa pintando un panorama de tibia
indiferencia, esto de los “movimientos estudiantiles” terminan por ser un
cambio a medias, un cambio de improvisación que después dejan al olvido,
abochornando con preguntas, que si partidistas, que si anti-partidistas, en
fin, hay mil peros que valen. Me
pregunto si tenemos la política y medios de comunicación que merecemos o
adaptan las novelas de televisa a mentalidades que gustan por conformarse con
eso, en cuestión de política, con ‘el menos peor’
Mi primera oportunidad a votar
y a elegir un presidente de la republica será memorable, aunque no diferente a
las demás que han existido, vemos los mismos circos y los mismos payasos pero
con diferentes disfraces y máscaras, ojalá pudiera un “#Yosoy132” cambiar esta
atmosfera social y rutinaria, ojalá mi tiempo invertido en las redes sociales
publicando noticias y artículos para reflexionar pudieran leerlo no sólo mis
‘amigos’ agregados, sino los que están más allá, los que ni siquiera gozan de
educación, de beneficios y se conforman con la despensa que se regala en tiempos
de campaña, aunque es más lamentable que Enrique Peña Nieto pudiendo gozar de
cultura y educación se entorpezca al mencionar tres libros que cambiaron su
vida, ambas cosas son trágicas. ¿Quién realmente es un buen líder?, yo no veo
ese liderazgo y decisión en ninguno de los cuatro, son los bebés llorando por
su biberón - la silla presidencial- para que en cuanto permanezcan sentados en
ella olviden mis peticiones.
Quitarnos el karma del PRI, las
guerras del PAN, ahora ¿un cambio? un cambio que hasta a veces se comporta con
incongruencia, que nos da esperanzas y nos las quita, llegamos a creerle pero
sin sentirle.
Me cuesta pensar en el próximo
primero de julio, tiemblo al imaginarme frente a una boleta de esta magnitud,
pues, cuando comencé por decir que trato de conectar la razón con el
conocimiento, también traté de decir lo difícil que esto simboliza, lo que
simboliza para mí el conformismo de elegir a ese ‘menos peor’.
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