2/12/11

Nosotros, ahora.

Mirada Traicionera

Igual que la soga a un suicida, los pensamientos se forman en aguaceros para agobiarme en una agonía.
Las voces persiguen mi sintonía arrítmica y desearía no haberme equivocado, no haber manifestado emoción y tormento en lo no idóneo.
Rendida, cansada, con ojeras ocultas, con cara larga y sonrisa alrevez, deseo no arrepentirme, ni tampoco gritar. Puedo sentir la furia de la marea, puedo sentir al viento golpear mi cara, bofetearme con verdades y traicionar mi visión.
Deseo sujetarme fuerte al timón,no renunciar y confiar en nuestro instinto infinito, en la conformación de nuestros esqueletos latiendo y sacudiéndose al compás de una sinfonía.
Sujeto fuerte mi cara, arrancándome las mascaras, dejándome ver transparente,con una tibia ingenuidad felina, acariciandote con mis manos olorosas de nuestros bellos recuerdos, con mis ganas de amarte y caminar por siglos delirantes.
Con mi fuerza reseca rodeandome,contigo a mi lado, lejos de aquellas voces, de las miradas acosadoras que nos miran con envidia al tomarte de la mano, lejos de cada humano e instante turbio, cruel... Lejos de lo que ayer intento romper el júbilo de nuestro idilio.
¿Son tan crudas las memorias del hombre que aniquilan con ellas el presente de los amantes?.

La intensidad del amor marcará el destino de nuestro instinto infinito, saber esperar y entregarnos por completo...

1 comentario:

  1. Veo, dramatizo la odisea de los enamorados perdidos, no es una maña, es una estupidez muy arraigado en el instinto del hombre animal. Tú, ahora eres toda, yo sigo buscando trifulcas, culpas innecesarias, pero comprendo que: eso no tiene nada que ver con nuestras cosmogonías violadas entre sí.

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